En un nuevo encuentro con los medios, Humberto Arias Jr., presidente de la Asociación Deportivo Cali, acompañó por primera vez a sus colegas del comité ejecutivo, Adolfo Oliveros y Darío Muñoz, para aclarar rumores y presentar avances clave en la reorganización institucional. Respecto a la Ley 550, Arias Jr. explicó que entraron “para blindar financieramente la institución, proteger a los trabajadores y resguardar los bienes”. Hasta la fecha, de cinco demandas conciliatorias, cuatro han sido falladas a favor del club, y la última audiencia con el Banco de Occidente está prevista para el 10 de julio; si todo transcurre sin imprevistos, el acuerdo de reorganización se debatirá cuatro meses después y quedará ratificado con la mayoría simple.
Sobre el proceso de conversión a Sociedad Anónima, el presidente detalló que los estatutos fueron aprobados internamente y ya han sido radicados ante el Ministerio del Deporte. Sin embargo, para convocar la asamblea extraordinaria los entes deben emitir su visto bueno y la UIA debe certificar el origen de los recursos de los asociados. “No es que estemos dilatando, sino que dependemos de la aprobación estatal”, puntualizó Arias Jr., subrayando que sin este paso legal no es posible avanzar.
En cuanto al inversionista, el comité —primero con Deloitte y ahora con DG&A— ha recibido más de 50 propuestas. Hasta ahora, los fondos a corto plazo no se concretaron porque los potenciales socios exigen la conversión y prefieren participantes de largo plazo para tomar el control accionarial. “No hay flujo de caja ni nada que hipotecar; estamos buscando aliados que apuesten por un proyecto sostenible”, explicó el presidente, recalcando que las comisiones pactadas con la firma auditora se pagarán sólo tras la llegada de los recursos y están “muy por debajo del mercado”.
La transparencia salarial fue otro tema candente. Adrián admitió que, por la falta de ventas de jugadores, se han producido atrasos en las nóminas. No obstante, aseguró que el fondeo futuro permitirá normalizar los pagos lo antes posible, y agradeció la paciencia y el compromiso de cuerpo técnico, empleados y administrativos que “ponen el pecho a la brisa” pese a las dificultades.
Respecto a la auditoría forense, Arias Jr. recordó que fue orden de la asamblea y que la investigación llegó a la Fiscalía en diciembre; tras un archivo inicial, el expediente se reabrió en mayo, coincidiendo con un pico de “ataques y desinformación”. El comité confía en la justicia y está dispuesto a colaborar plenamente con las autoridades para despejar cualquier duda.
El reciente cambio en la gerencia también fue abordado: con la renuncia irrevocable de Diego Quintero, algunos señalaron un posible “autoritarismo” en el comité. Tanto el presidente como Oliveros y Muñoz defendieron el funcionamiento democrático interno, explicando que las decisiones se toman por mayoría y siempre bajo la premisa de consenso colegiado.
Finalmente, el llamado fue a la hinchada: “El Deportivo Cali es de todos”. Arias Jr. invitó a adquirir abonos, esenciales para el flujo de caja, y adelantó experiencias VIP, FanFest y espacios para artistas emergentes en el estadio. “El abono es la clave”, concluyó, recordando que llenar el Pascual Guerrero es la mejor forma de respaldar un proyecto que busca devolver al club a su sitial de honor.